¿Cómo llegó la undaria a Puerto Madryn?


Hace 26 años atrás, eran unas pocas plantas aferradas a los pilotes del Muelle Almirante Storni en Puerto Madryn. Hoy cubren todo el sustrato marino de esa zona y pueden encontrarse en diferentes puntos de la costa atlántica nacional. Desde Santa Cruz hasta Mar del Plata. “En diciembre de 1992, un buzo del CENPAT nos trajo un alga que había colectado del muelle porque le había llamado la atención. Apenas la vimos, supimos que se trataba de una especie introducida”, recuerda Graciela Casas, Profesional Principal del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR-CONICET). En épocas donde el acceso a la información no era tan inmediato como en la actualidad, un artículo de una revista especializada que una colega tenía archivado, arrojó el primer indicio de una sospecha que al poco tiempo iba a confirmarse: las plantas encontradas eran de Undaria pinnatifida. Esta especie de alga se encuentra actualmente catalogada como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según un listado elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, según sus siglas en inglés).

Si bien las científicas quitaron inmediatamente esas primeras plantas localizadas en los pilotes del muelle, el tipo de ciclo de vida de Undaria, junto con su gran capacidad de reproducción y supervivencia, permitió que se siga propagando. “Desde los meses de calor más intenso y hasta el otoño sobreviven como estructuras microscópicas y luego, durante el otoño y hasta finales de la primavera, desarrolla la fase visible. Durante aquella primavera, las primeras plantas localizadas alcanzaron a emitir esporas en el agua, y al año siguiente al volver de campaña, si bien ya no había plantas en los pilotes del muelle, el fondo rocoso estaba lleno de hojuelas que eran los juveniles del alga y desde ahí en más su dispersión se aceleró”, describe la especialista.

*Pero, ¿cómo llegó?* Uno de los misterios que Casas ha intentado develar, está vinculado con la llegada de esta especie invasora a la costa patagónica.

“Pedí permiso para revisar los libros de registro de Prefectura de todos los barcos que entraron desde 1991 hasta el momento en que la encontraron, prestando atención a las embarcaciones que venían cargadas con agua de lastre y descarté de éstas a las que provenían de regiones en las que Undaria no había ingresado por lo menos hasta ese entonces”, comenta.

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