A través de una investigación con seguimiento satelital, se pudo establecer una zona de alimentación para esa especie ubicada 800 kilómetros paralelo a las costas de la Patagonia que coincide con el talud continental.
El seguimiento satelital de ballenas permitió establecer una zona de alimentación para esa especie ubicada 800 kilómetros paralelo a las costas de la Patagonia que coincide con el talud continental, al que los especialistas bautizaron como "agujero azul".
El dato surge del último informe del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) que, en conjunto con Ocean Alliance, llevan adelante el programa de Investigación "Ballena Franca Austral" que se desarrolla desde 1971.
A esta experiencia se agregó, desde hace seis años, el seguimiento satelital a través de transmisores de alta tecnología que se "implantan" en los ejemplares.
En el último informe se destacó que "a lo largo de 68 días, los científicos pudieron seguir el recorrido de (la ballena) 'Tempranera' en tiempo real y, así, descubrir su área de preferencia para el hábitat y la alimentación conocida como Agujero Azul, hacia donde se dirigía".
"Se destaca por ser una de las zonas de alimentación de la ballena franca así como de otras especies de aves y mamíferos marinos", indicó el último parte informativo.
Además de "Tempranera", el área fue visitada por otras ballenas identificadas por el programa de seguimiento como "Pulgarcita", "Afuerita" y "Sesenta y nueve", todos ejemplares que frecuentan la zona costera de Península Valdés donde fueron "marcadas" con los dispositivos satelitales.
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